miércoles, 23 de septiembre de 2009

Luna

Carroza de plata, medias de seda,
Cuerpo de diosa, ¡oh! Luna hechicera
Soberana absoluta del cuerpo ancestral.
Riges mi vida con luz cegadora;
Nadie, solo tú, mi argéntea señora
Ilumina sin tregua el dolor de mi faz.
Princesa secuestrada, del Sol prisionera
Que lloras y tiñes de leche las estrellas,
amamantas los sueños y alimentas la paz.
Dulce traicionera, belleza sin tregua,
Gentil soberana con beso de alma,
Soy todo tuyo. Espero tu calma,
Que riegues con tu vida el espacio de mi ser.
Pendiente dejo mi esperanza vacía,
El amor de un cielo, la dulce compañía;
Preciosa señora de complaciente armonía
Y labios de seda, teñidos de bienestar.